2 de abril de 2012

Entrevista a Parejo

Aquí os dejo una entrevista de Cayetano Ros a Dani Parejo para el País.



Mientras se saca el Bachillerato a distancia, Dani Parejo (Coslada, 1989) intenta desbrozar cómo es un equipo y una hinchada tan complejos como los de Valencia. Tras superar un mal arranque individual, ahora se enfrenta a la depresión colectiva de un conjunto que solo ha ganado tres de los últimos 13 partidos de Liga, con el técnico, Unai Emery, muy cuestionado.
Pregunta. Cuando Alfredo Di Stéfano lo bautizó como la joya de la cantera del Madrid, ¿fue una bendición o una losa?
Respuesta. Me ha ayudado mucho, no solo en lo futbolístico sino en lo personal porque he querido estar a la altura de esas palabras machacándome en cada entrenamiento.
P. ¿Cómo fue la experiencia en el Queens Park Rangers?
R. Llegué un miércoles, jugué el sábado 15 minutos y, a la primera pelota, me dieron un plantillazo en la rodilla. Cuando estaba en el suelo dolorido, vino el que me había dado a gritarme como un loco. Lo peor es que los compañeros también me abroncaban. Le dije a mi padre: “Papá, vámonos de aquí”. Estuve cinco meses. Fue duro. Era la primera vez que salía de casa. El fútbol allí es como una religión. La afición te anima hasta con un 3-0 en contra.
P. No como en Mestalla.
R. Mestalla y cualquier campo en España. Yo he tenido la mala suerte de que, cuando he jugado, el equipo no ha estado bien y me ha castigado un poco más porque no tenía ritmo. Pero todo lo mal que lo he pasado me ha servido para crecer y ahora ya me atrevo y todo pinta mejor. También porque al principio jugaba de media punta y ahora de mediocentro, donde participo más.

Incluso mi familia dice que parece que no sienta en el campo. Es por mi forma de correr
Dani Parejo
P. ¿Cómo le sentó que Emery dijera que tiene la fibra lenta?
R. ¿Dijo eso? Soy así y ya está. Nunca voy a correr como Piatti, nunca seré rápido. Pero pienso y ejecuto rápido. Tengo capacidad para jugar rápido a uno o dos toques. Tuve una oportunidad contra el Stoke y me mentalicé de que tenía que dar un paso adelante en los entrenamientos y en los partidos, ser positivo y salir como fuera. Siendo tan joven, cuando no entraba en la convocatoria, venía a entrenarme sin recompensa y salía muy fastidiado.
P. ¿Cuántas veces le han dicho que tiene la sangre de horchata?
R. Muchas, parece que los jugadores técnicos no luchen y no es así. Es más importante estar bien colocado que correr y tirarte al suelo.
P. Pero también se está animando con los tackles…
R. Tenía que ser fuerte, robar balones y pegarme con la gente. Sabía que si defensivamente no estaba bien, no podría jugar en este equipo.
P. ¿Por qué parece que ni siente ni padece en el campo?
R. Incluso mi familia me lo dice, será por mi forma de correr. Intentaré cambiarla. Cuando perdemos, me duele como al que más, y cuando ganamos, disfruto también como el que más.
P. ¿Necesita sentirse querido?
R. Sí, pero hay una edad en la que tienes que dar un paso adelante. Michel \[técnico del Sevilla\] sí da ese cariño, es cercano, casi como un amigo. A los 17 años me hizo debutar con el Castilla contra el Cádiz en Segunda. Me sacó al fútbol profesional.
P. ¿Y Emery?
R. También es cercano, aunque no tanto. Emery busca la perfección en la estrategia y en la posición cuando pierdes el balón. Míchel ha sido jugador, le gusta saber qué siente el jugador, te mima y te hace sentir importante.
P. ¿Mestalla es comparable al Bernabéu?
R. Sí, debuté ante el Mallorca en el Bernabéu y es una afición muy exigente. No vale con ganar, hay que jugar bien. Aquí es parecido, la afición ve un gran equipo y quiere que juegue bien.
P. ¿Cree que la grada es más cruel con los jugadores artísticos?
R. El futbolista nota los murmullos y ahora ya no son en mi contra. Ya les gusta mi juego. ¿Artístico? Robar un balón también es parte de una cadena.
P. ¿Qué jugador del Valencia le ha sorprendido?
R. Albelda. Es igual que Raúl, siempre el primero en todo.
P. ¿De qué equipo era?
R. Siempre he sido atlético, como mi primo y mi tío. Con tantos años allí, me hice del Madrid. Mis ídolos eran Kiko y toda aquella generación. Después fue Guti. Tuve la suerte de jugar con él. Ese tacón en Riazor… no se lo esperaba ni Benzema. Él, Raúl y Míchel Salgado nos ayudaron muchísimo.
P. ¿Y su primer club?
R. El Espinilla, un equipo de barrio. A los seis años me hicieron una ficha falsa porque era demasiado pequeño. Pasé al Coslada y estuve allí ocho años antes de irme al Cadete A del Real Madrid, con 15 años. Era delantero.
P. ¿Dónde estará el próximo año?
R. Solo me importa el presente. Lo he pasado mal, está pasado, hay que ser terceros como sea.

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